Hopsteiner España

01/06/2017

La Nueva Crónica



La reunión de la Mesa Estatal del Lúpulo celebrada en el Ministerio de Agricultura bajo la presidencia de la subdirectora general de Cultivos Herbáceos e Industriales, Silvia Capdevila, con los principales representantes del sector sirvió para analizar el estado actual y constatar que su crecimiento está limitado por las necesidades de una reconversión/ajuste varietal, mejora de la eficiencia energética, medioambiental y cualitativa en secaderos y una innovación en el cultivo.

El encuentro repasó las principales magnitudes del cultivo del lúpulo, destacando el sexto lugar en producción que ocupa España en Europa, detrás de Alemania (con gran diferencia a la cabeza), Chequia, Eslovenia, Polonia y Reino Unido. España también ocupa el sexto lugar en superficie de lúpulo y el tercero en variedades amargas. La conclusión del Ministerio y de todos los asistentes a la Mesa es el adecuado potencial de crecimiento que tiene el sector.

También se discutió los “graves problemas” derivados del abandono incentivado de parcelas de gran valor agrícola en las riberas de León para plantaciones de chopo que impiden la ampliación de la superficie de lúpulo y también que la parcela pueda volver a tener un uso agrícola. El diagnóstico del sector parte de una evolución histórica con un fuerte reajusta a la baja desde los años 90, con estabilización a partir del 2010, en que se incrementa el rendimiento, informan desde la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) Lúpulos de León.

El 98 por ciento de la producción española se destina a cerveza, lo que sólo cubre aproximadamente la mitad de las necesidades de las cerveceras nacionales, teniendo en cuenta que en España el 90 por ciento de la cerveza que se consume es nacional y su consumo está en alza. El cultivo del lúpulo es un sector con una altísima integración horizontal, pues más del 95 por ciento de los productores están en la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) Lúpulos de León.

Entre las posibles actuaciones de futuro que se plantearon, además de la reconversión varietal, se encuentran la posibilidad de firmar convenios similares a los que firma la Dirección General con cerveceros y malteros, la adopción de normativa básica nacional que recoja las disposiciones comunitarias y que facilite ayudas y su gestión y que abra la vía al estudio de la viabilidad de establecer ayudas semejantes a las habidas en 2010-2013, la conveniencia de crear una organización interprofesional o la realización de un estudio de costes para analizar la coyuntura del cultivo.

“El potencial de crecimiento del sector del lúpulo solo puede fructificar si las Administraciones públicas facilitan de forma coordinada la modernización del sector, ayudando a actualizar la lucha fitosanitaria, mejorando la regulación del sector, incorporando el lúpulo en la PAC (Política Agraria Común) y en el Programa de Desarrollo Rural, igual que hacen otros estados europeos con los que competimos. Estamos en un momento clave de reconversión. Si se hacen las cosas bien y rápido las comarcas lupuleras podrán tener futuro”, señaló el presidente de la SAT, Isidoro Alonso.